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Emotivo cumpleaños de Carlos Fuentes



¡Feliz cumpleaños, Carlos! fue la frase que se repitió constantemente en la ceremonia con motivo del 84 aniversario del nacimiento del escritor Carlos Fuentes (1928-2012), convocada por la Coordinación de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y a la que asistieron sus amigos y compañeros de la llamada generación de Medio Siglo: Miguel Alemán Velasco, Porfirio Muñoz Ledo, Víctor Flores Olea, Enrique González Pedrero y Silvia Lemus, viuda del escritor.
Los lectores del autor de La región más transparente abarrotaron el teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario y escucharon durante casi dos horas las anécdotas universitarias, los viajes, las tertulias políticas y literarias que compartieron los amigos de Fuentes.
En la emotiva ceremonia, se recordó a Fuentes como el amigo, el personaje contundente y lleno de luz, el arquitecto de la fragmentada realidad nacional, el Balzac de las letras mexicanas que abandonó la carrera de derecho por la escritura.
El acto conmemorativo empezó con la proyección de un video con fragmentos de la entrevista realizada por la periodista Silvia Lemus a Fuentes en 1973; posteriormente, los invitados comenzaron a narrar sus encuentros con el escritor a principios de la década de los 50 en las aulas de la Facultad de Derecho, donde impartía clases don Manuel Pedroso.
Admiración a su coherencia
Miguel Alemán Velasco, quien conoció a Carlos Fuentes cuando llegó a México en 1944, y se inscribió en el Colegio Francés Morelos, expresó que fue un privilegio haber sido amigo cercano del escritor, a quien considera hombre de calidad excepcional, cuya escritura es reconocida en el mundo.
“Pertenecemos a la llamada generación de Medio Siglo, que fue producto de las transformaciones sociales que se vieron en México y el mundo”, recordó Alemán Velasco.
Un momento especial que guarda en su memoria el ex gobernador de Veracruz fue cuando Silvia Lemus logró una serie de entrevistas con Fuentes, y al final de una de ellas, se fueron a comer los tres. Esto marcaría el inicio de una relación de complicidad, amistad y entrega entre el escritor y la periodista, que duró toda la vida.
Asimismo, señaló: Siempre admiré en él su inteligencia y coherencia en sus escritos, palabras y hechos. Al escucharlo siempre tuve la sensación de que por su voz siempre pasaba la de sus antepasados, las tías, los abuelos con sus historias cargadas de hechos mágicos fundidos en las raíces de nuestra historia y nuestro tiempo.
Porfirio Muñoz Ledo se refirió a Fuentes como la estrella de una generación que se extingue y el testimonio de una vocación formada en la pasión de crear y de explicar la sustancia de un país en el mundo.
“Murió en el frente de batalla; no dejó un minuto de trabajar, de inventar y de viajar. Floreció por su vitalidad; se fue envidiablemente joven, elegante, intacto. No hubo medios de comunicación en estos seis meses que no destacaran la idea de que fue representante profundo de la cultura mexicana y testigo puntual de su tiempo.
Carlos fue el arquitecto esencial de la fragmentada realidad del país. Mirada penetrante y cosmopolita que descubre como en un fresco la transición alucinante del México revolucionario, campirano, a otro que intenta ser contemporáneo.
Para el ensayista, fotógrafo y politólogo Víctor Flores Olea, fue difícil referirse a su amistad con Fuentes, debido a la cercanía con el autor, sin embargo, evocó los años universitarios que vivieron juntos en la Facultad de Derecho, cuando asistían a las clases de don Manuel Pedroso.

Al igual que Alemán Velasco, Flores Olea habló de la generación de Medio Siglo, de las primeras letras, lecturas y terturlias; de las primeras militancias que compartieron también con Jaime García Terrés, Francisco López Cámara, Enrique González Pedrero, Javier Wimer y Porfirio Muñoz Ledo.
Carlos Fuentes fue un personaje contundente y lleno de luz. Contundente, porque nos deja heredada la mitad del camino, expresó Flores Olea, quien también enfatizó que el escritor fue gran admirador de Manuel Pedroso y Mario de la Cueva.
En este anecdotario, Flores Olea señaló que la generación del Medio Siglo acompañó a Fuentes en su aventura literaria, en su búsqueda de la identidad del mexicano en la década de los 50.
El investigador y también politólogo Enrique González Pedrero también revivió los momentos universitarios cuando crearon la revista El Espectador,y expresó que Fuentes siempre fue hombre de letras, un gran escritor que vivió mañana, tarde y noche por y para la literatura, al tiempo que subrayó la inteligencia multifacética del autor.
Hernán Lara Zavala, en representación de Sergio Pitol, leyó un texto donde el escritor veracruzano recuerda a un joven de 22 años recién llegado de Ginebra y París, vestido con elegancia y poseedor de enorme habilidad verbal.
“El aplomo con que sabía moverse, sumado a la diferencia de edad, lo hacían parecer un personaje de Henry James que vuelve a su país después de haber realizado el gran tour por las principales capitales.”
Finalmente, Silvia Lemus agradeció el apoyo de Teresa Uriarte, coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM por organizar en una semana la fiesta universitaria de cumpleaños de Carlos Fuentes.