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En #puerto escondido PF y la subprocuraduría al servicio de caciques


Por mientras que los delincuentes hace y de hacen en la región de la costa, y cada día aumentan los secuestros, asaltos y homicidios, hasta el momento la subprocuraduría no da dando con los responsables, no se sabe si por ineptidud o complicidad con la delincuencia, la policía federal con sede en Puerto Escondido no dado ningún resultado positivo solo se pasea a bordo de sus patrulla pero ahora prefieren perseguir a los periodistas en coordinación con la subprocuraduría de justicia del gobierno del estado, y la delincuencia en sus aumento. 
Prefieren seguir a periodistas que a los delincuentes
Secuestros, robos, homicidios a la alza y los policías bien gracias
Por: Genaro Aragón Reyes.
Puerto Escondido, Oax.-Por mientras que los delincuentes hace y de hacen en la región de la costa, y cada día aumentan los secuestros, asaltos y homicidios, hasta el momento la subprocuraduría no da dando con los responsables, no se sabe si por ineptidud o complicidad con la delincuencia, la policía federal con sede en Puerto Escondido no dado ningún resultado positivo solo se pasea a bordo de sus patrulla pero ahora prefieren perseguir a los periodistas en coordinación con la subprocuraduría de justicia del gobierno del estado, y la delincuencia en sus aumento.
El pasado 28 de noviembre del año 2012, a las 20 horas elementos de la Policía Federal a bordo de sus patrullas llegaron hasta donde nos encontrábamos la reportera del portal NSS Oaxaca, Nayely Aldán Ahedo y Genaro Aragón Reyes, director general de www.megaradioexpress.com; en conocido restaurante ubicado en la zona conocida como Rinconada en este destino turístico.
Me encontraba acompañado por mi menor hija, en una mesa de este café y mi colega Carmen Nayely Aldán Ahedo, en el mismo restaurante en otra mesa, la reportera salió primero y fue interceptada por los Policías Federales y traslada a las instalaciones de la comisaria de la corporación policial.
Este escribiente ignoraba lo que estaba pasando al estar en el interior de las instalaciones del negocio, mi sorpresa fue al momento de dar salida en el vehículo fuimos interceptados con mi menor hija, ya que los policías federales se encontraban esperándonos afuera por lo que me cerraron el paso obligándome a descender de la unidad de motor de manera altanera como acostumbran tratar a la sociedad.
Con un impresionante operativo y escoltados por dos patrullas una adelante y otra atrás del vehículo que conducía este comunicador, hablando por radio y con las luces de sus torretas encendidas fuimos trasladados a la comisaría donde ya se encontraba mi colega que corrió la misma represión policial
Después de un severo interrogatorio fuimos puestos a disposición de la subprocuraduría regional de “justicia” de la costa donde el fiscal nos sometió nuevamente a otro interrogatorio poniéndonos posteriormente a disposición de los elementos de la Agencia Estatal de Investigación, donde nos llenaron los dedos de tinta para tomarnos las huellas de los diez dedos.
De la misma manera nos entintaron las manos para ser plasmadas con apretones en la papelería, obligándonos a poner las dos manos de canto y frente, nos tomaron fotografías de frente, por los laterales, con lo que quedamos fichados como si los comunicadores fuéramos delincuentes.
Cuando no cometimos ningún delito que diera pie a mal trato, persecución policial y que fuéramos fichados. Nuestro pecado fue haber aceptado un vehículo de motor en depositaría por funcionarios de la misma procuraduría.
Reza el documento emitido por el agente del ministerio público de la Subprocuraduría Regional de “Justicia” de la Costa con sede en Puerto Escondido, que fuimos designados para ser depositarios facultándonos legalmente para el uso de un vehículo de motor para apoyarnos en el desempeño de nuestra labor periodística, nos fue entregada una copia del escrito firmado por el Agente del Ministerio Público, con el sello de la Subdirección de Averiguaciones Previas.
Dentro de las condiciones legales de la depositaría del vehículo de motor; primero que la depositaría del vehículo es por tiempo indefinido, marcando en el documento entregado al depositario el compromiso de acuerdo al artículos 75 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Oaxaca, los artículos 2397 y 2403 del Código Civil para el Estado de Oaxaca, publicación inicial: 25/11/1944 vigente al 28/ene/2012.
Señala el ARTÍCULO 76.- Siempre que sea necesario tener a la vista algunas de las cosas a que se refiere el Artículo anterior, la diligencia comenzará haciendo constar si se encuentra en el mismo estado en que se hallaban al ser aseguradas. Si se considera que han sufrido alteración se hará desde luego intervenir a los Peritos correspondientes para que dictaminen sobre si la alteración ha sido voluntaria o accidental, y en su caso, denunciar los hechos si se considera cometido un hecho delictuoso.
Señala el documento que garantiza la depositaría del vehículo, que el depositario debe presentar la unidad de motor que recibe en depósito tantas veces sea requerido para ello, sea por la autoridad que lo autoriza, no adquiriendo ninguna responsabilidad por los antecedentes o responsabilidad sobre el vehículo más que, los señalados en el documento y por la ley orgánica de la Procuraduría General de Justicia y el Código Civil vigente del Estado de Oaxaca.
Tal y como lo señala el ARTICULO 2397. El depósito es un contrato por el cual el depositario se obliga hacia el depositante a recibir una cosa, mueble o inmueble que aquel le confía, y a guardarla para restituirla cuando la pida el depositante.
Por otra parte el ARTÍCULO 2403. Dice que el depositario está obligado a conservar la cosa objeto del depósito, según la reciba y a devolverla cuando el depositante la pida, aunque al constituirse el depósito se hubiere fijado plazo y este no hubiere llegado. En la conservación del depósito responderá el depositario de los menoscabos, daños y perjuicios que las cosas depositadas sufrieren por su malicia, o negligencia
Jamás menciona el documento que los periodistas tendríamos persecución por parte de la Policía Federal o que la Subprocuraduría nos fichara como delincuentes, cuando la misma institución nos ofreció apoyar con un vehículo para el mejor desempeño de nuestro trabajo.
Con lo que se evidencia que los titulares de estas “corporaciones policiales e instituciones de procuración de Justicia” están actuando dolosamente en contra de los derechos constitucionales de los comunicadores, en contra de la libertad de expresión y de nuestros derechos humanos de los depositarios designados por la propia Procuraduría.
Es también flagrante la violación a los preceptos legales indicados en nuestras leyes por parte de los mandos policiacos del fuero federal y del licenciado Víctor Fernando Ruiz Méndez, Subprocurador Regional de “Justicia” en la Región de la Costa, al amedrentar a los comunicadores de manera tan indigna con sus huestes personales.
Es de suponer que los actores corresponden a intereses de caciques y funcionarios que de esta forma pretenden amedrentar a los comunicadores, para que no señalen la tremenda corrupción que galopa a todas luces tanto en la Subprocuraduría Regional de Justicia de la Costa, como en la Jefatura de la Policía Federal, con sede en Puerto Escondido, en la presidencia municipal de San Pedro Mixtepec y de Santa María Colotepec.
Los comunicadores de la región de la costa repudiamos este tipo de acciones y exigimos al presidente de la Republica Mexicana al licenciado Enrique Peña Nieto, al gobernador Gabino Cué Monteagudo, para que apoye, cuide y brinde seguridad a sus periodistas y no quebrante con sus “fuerzas de seguridad” el derecho de informar.
Por un atentado más en contra de la libertad de expresión protestamos enérgicamente y demandamos públicamente el cese del titular de la Subprocuraduría Regional de Justicia en la Costa al licenciado Víctor Fernando Ruiz Méndez y del comandante de la Policía Federal Federico Velázquez Raya y sus elementos, para que en estas instituciones que se dicen ser de “Procuración de Justicia y corporaciones policiales” hallan personas responsables de su deber que le demanda la sociedad y que sean personas pensantes y con capacidad para coadyuvar con la política de trabajo de nuestros gobernantes.