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Diferencias entre grupo de desplazados y el gobierno de Cué



oaxaca, Oax.- La muerte de un recién nacido de origen triqui ocurrida ayer, develó las profundas divisiones entre los dos grupos de desplazados de San Juan Copala y la falta de respuesta a la problemática por parte de la Secretaría General de Gobierno.
Y es que cerca de las 16:30 horas, los padres del menor Lázaro Hernández y Valentina Merino llevaron el cuerpo de Jesús Hernández Merino de 4 días de nacido para ser velado
en medio del plantón que mantienen en la calle de Flores Magón.
Entre consignas hacia las autoridades estatales por no resolver su demanda de retorno a su comunidad de origen, los desplazados triquis acompañaron el cuerpo del menor
depositado en un ataúd blanco, rodeado de flores blancas y veladoras.
De acuerdo a la nota médica, el varón nació el pasado 24 de diciembre, falleció poco después de las 10 horas, al ser canalizado al Hospital Civil en estado semiinconsciente,
hipotermia, prematurez y posible sepsis neonatal.
El padre relató que el menor presentó “flemas”, por cual acudieron alCentro de Salud de San Jacinto Amilpas, en donde los médicos informaron que el pequeño se encontraba grave
y que debían trasladarlo al HospitalCivil, relató, en donde el bebé murió a los 5 minutos.
Reveló que durante el desalojo llevado a cabo el pasado 23 de diciembre, su esposa (Valentina) resultó lastimada, por lo que el parto se adelantó un mes.

Sin embargo, a través de un comunicado de prensa, el grupo contrario a quienes mantienen el plantón sobre la calle de Flores Magón acusaron al activista David Cilia Olmos de
“orquestar” el velorio público.
“La muerte de cualquiera de nuestros hermanos de sangre nos duele, pero nos duele más que lucren con el dolor y la muerte, más si es de algún pequeño con orígenes triquis, por lo
que lamentamos la muerte del pequeño hijo de Lázaro Hernández y Valentina Merino”, afirman.
Aclaran que el pequeño (Jesús Hernández Merino), no nació en el plantón que instalaron el pasado 9 de octubre en el zócalo de la capital.
Valentina Merino no vivía en el plantón de desplazados, ya que ella vive en San Pedro Ixtlahuaca con su esposo Lázaro Hernández y sus seis pequeños hijos, Lázaro salió de San Juan Copala en 2007 y no es desplazada del conflicto de 2009, detallan.
Valentina no se encontraba el día 23 de diciembre, día del desalojo en el campamento, ya que como hemos dicho ellos sólo iban a vender y ya se habían retirado del zócalo ante la amenaza de desalojo, reiteran.
Y señalan a gente extraña como David Cilia Olmos de ser quien organizó la idea macabra (velorio en el plantón), la cual ha llegado hasta el extremo de usar el cuerpo del bebé para
lucrar con su muerte.
La necropsia y la danza de los números
De acuerdo a información preliminar, la muerte del menor de origen triquise derivó de una dificultad respiratoria, dado que a las 9:30 horas de ayer ingresó al servicio de urgencias de la clínica de Centro de Salud con Servicios Ampliados de San Jacinto Amilpas.
Según, la nota médica el neonato de 4 días de edad, presentaba signos de insuficiencia respiratoria y prematurez, mismo que fue llevado por su padre de nombre Lázaro Hernández.
El recién nacido presentó un fuerte cuadro de tos y estado de somnolencia un día antes de ser ingresado al Centro de Salud de San Jacinto Amilpas, donde fue recibido a las 09:30
horas de este día en estado cianótico, con dificultad respiratoria, estuporoso y bradicardia, por lo que fue referido de inmediato al Hospital Civil “Dr. Aurelio Valdivieso”, para su manejo hospitalario especializado.
Se intentó realizar el traslado con ambulancia de los servicios médicos del Gobierno del Estado; sin embargo, el padre del recién nacido optó por llevarlo personalmente en un vehículo particular del cual disponían, falleciendo durante el traslado.
Cabe señalar que el cuerpo del menor fue trasladado al campamento triqui, ubicado en la calle Ricardo Flores Magón, esquina Las Casas, en elCentro Histórico, pero fue requerido
y traslado por personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) al Servicio Médico Forense de esta ciudad capital, para la realización de la necropsia de ley.
Más tarde, el Gobierno del Estado reveló los documentos en los que entregó 75 mil pesos a las desplazadas de San Juan Copala, Lorena Merino Martínez y Emilia López Martínez,
a quien sólo le entregaron el 50 por ciento, como parte del cumplimiento a las medidas cautelares dictadas por la CIDH.