menu

               TELERADIOCOSTA Servicios Informativos de la Costa

video destacado

Ordenó el Pentágono matanza de Acteal: obispo Raúl Vera


MÉXICO, D.F. .- Según el obispo de Saltillo, Raúl Vera, la matanza de Acteal ocurrida hace 15 años, fue parte de una estrategia contrainsurgente que el gobierno mexicano recibió de Estados Unidos para sabotear al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y eliminar del escenario a los representantes de la Iglesia que daban seguimiento a las acciones del Ejército.
En declaraciones al diario La Jornada, el prelado dijo que, sin embargo, el Ejército calculó mal su estrategia.
“Fueron clichés que le dio por escrito el Pentágono”, afirmó.
La estrategia, explicó Vera, consistió en una guerra de baja intensidad y aunque no había supervisión de nadie, “sabían que la Iglesia podía ser un factor muy importante”.
Indicó que cuando inició esa guerra de baja intensidad, los sacerdotes extranjeros fueron expulsados al aplicárseles el artículo 33 de la Constitución.
Vera recordó que él llegó a la Diócesis de San Cristóbal en octubre de 1995, cuando dicha guerra había empezado.
Dijo que Samuel Ruiz ya había advertido que se estaba previendo el inicio de una estrategia de la que no querían testigos  porque a los sacerdotes extranjeros los expulsaron y a los otros les pusieron orden de aprehensión.
Aseguró que las autoridades tenían el guión, pero “acá nosotros le íbamos dando seguimiento a todo el proceso de militarización, al caso de Los Altos de Chiapas y a cómo estaban cercando una zona donde la base social era totalmente partidaria del zapatismo”.
Detalló que la estrategia contrainsurgente consistía en quitar el agua al pez para que muera, “era contra la base social”.
Pero nosotros, acotó, íbamos dando seguimiento, la teníamos bien identificada, “teníamos una serie de análisis y sabíamos todo lo que estaba ocurriendo”.
El obispo consideró que el gobierno federal creyó que sólo siguiendo su librito no iba a pasar nada y que los indígenas se iban a aterrorizar y que con eso iban a poner a los insurrectos contra la pared.
“Y como ya no tendrían base social iban a firmar la paz bajo las condiciones que les impusieran, pero sucedió todo lo contrario, porque como Iglesia ya estábamos muy cerca de eso, denunciamos con oportunidad a todo el aparato contrainsurgente que tenían con los paramilitares”