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Quiebran franquicias del ISSEG, un caso de negligencia mas.

 
Las red de franquicias del ISSEG está en quiebra.
Los 55 franquiciatarios invirtieron más de 19 millones de pesos, pero el Instituto de Seguridad Social del Estado de Guanajuato (ISSEG) sólo ofrece devolverles la mitad del dinero.
El consejo de la institución decidió cancelar el proyecto de las franquicias genéricas porque representaban pérdidas para los inversionistas, según reconoció en un comunicado.
El proyecto de las franquicias fue lanzado en mayo de 2011, y cada uno de los 55 inversionistas debió aportar 350 mil pesos para abrir su propia farmacia.
Sin embargo, según testimonios de inversionistas, el ISSEG nunca cumplió con el surtido oportuno de medicamentos, lo cual provocó pérdidas.
El gobernador Miguel Márquez confirmó la cancelación de la red de franquicias.
“Hubo muchos (inversionistas) que se estaban quejando porque (las farmacias) no eran rentables. Tan simple y tan sencillo: aquel que no sea tan rentable se le devuelve su dinero y se acabó, punto”.
Dijo que se les ofrecerá devolverles la inversión inicial que hicieron, aunque confesó que desconoce el monto.
“El recurso que sea, el recurso inicial de operación que ellos invirtieron. Si la franquicia no les funcionó se les regresa”.
Funcionarios del ISSEG ofrecen devolver sólo la cuota de franquicia que pedía el ISSEG, que era de 190 mil pesos, y no los 350 mil de la inversión total.
Según Márquez, sólo quedan 46 franquiciatarios, porque 9 ya cerraron la farmacia.
De los que quedan, cuatro quieren mantener su local.
“Hay cuatro que no quieren (cerrar) se les va a respetar, no pasa nada, y seguirán con su franquicia no pasa nada”, afirmó el Gobernador.

No era rentable

“Se cerró la línea de negocios, el consejo directivo acordó de manera unánime cerrarlas”, reconoció Héctor Salgado, director del ISSEG.
“Para nosotros la línea de negocios no era rentable, ni para el instituto ni para las partes”.
Dijo que se decidió cancelar las franquicias porque se ponía en riesgo el dinero de los pensionados.
“No podemos tener dispendio de recursos en negocios que no operan bien”.
El ex director del ISSEG, Miguel Salim, se deslindó del fracaso de las 55 franquicias, pese a que él desarrolló el modelo de negocios.
“Yo sali del ISSEG hace un año, yo no tengo información de hace un año para acá no sé qué haya pasado”.
Dijo sentirse tranquilo, pese a que su proyecto se vino abajo.
“Siempre hemos tratado de hacer las cosas bien, en todos los puestos que he estado”.

Fracasan franquicias del ISSEG

A solo un año de haberse creado,  fracasó el modelo de franquicias del ISSEG.
El Consejo del Instituto autorizó, de manera unánime, finiquitar los contratos firmados entre el Instituto y los titulares de las farmacias genéricas, ya que esta línea de negocios generaba pérdidas para las dos partes.
A través de un comunicado, el ISSEG explicóque la decisión para cancelar el programa de franquicias fue el bajo nivel de venta generalizado, la mezcla de producto farmacéutico y los costos de administración.
“Estos elementos no favorecían la generación de las utilidades netas requeridas”, expuso la institución.
Se buscará auxiliar a los empresarios que habían adquirido una franquicia, para amortiguar sus pérdidas. Incluso, se analiza cancelar deudas.
“Se facultó a la unidad responsable a la suscripción de los convenios de terminación para cada uno de los franquiciatarios considerando el reconocimiento de las diversas cuotas de origen bajo las cuales se originó la línea de negocios, esencialmente conceptos relativos a los inventarios, paquete de mercadotecnia y, en los casos aplicables, el pago de aviamiento, y se descontaron los conceptos relacionados a los adeudos que los franquiciatarios tenían con el Instituto”, detalló el comunicado oficial.

Pierden miles de pesos

Para Armando Vaqueiro, la franquicia que adquirió del ISSEG se volvió una pesadilla.
Invirtió 350 mil pesos para instalar una farmacia genérica en Silao, y para ello tuvo que solicitar un crédito.
El gasto en mobiliario, estantería, artículos de oficina, mostrador, letreros exteriores, toldos y equipo de consultorio médico corrieron por su cuenta.
Más gastos vinieron con el local que rentó, lo habilitó con las condiciones que exige el ISSEG a los que buscan instalar una franquicia, e incluso contrató el personal para arrancar con su negocio, pero éste nunca comenzó porque los productos genéricos nunca llegaron. Nunca se le surtió siquiera el primer pedido.
“Pues es que tenemos varios problemas, nuestro sistema no está funcionando bien, no tenemos el inventario adecuado, pero estamos trabajando en eso”, le comentó en su momento uno de los responsables.
Armando Vaqueiro dijo que consiguió una entrevista con Francisco Javier Luna, quien era el director en ese momento en el ISSEG y le confirmó que tenían problemas para surtir genéricos.
El empresario dijo que se siente engañado, pues aun cuando en el ISSEG sabían que el modelo de franquicias no había funcionado, a él se lo vendieron como un negocio de éxito.
“Cuando a mí me lo venden, Arturo Durán, que estaba en el área de franquicias, te enseña el plan de negocios; si cuidas el negocio y mantienes tus gastos bajos, vas a obtener de ganancias sobre 20 mil pesos mensuales de utilidad”, fue lo que le dijeron.
“Y a la hora que platicas con los demás franquiciatarios resulta que te dicen que es totalmente falso, te venden la franquicia con una ideay resulta que en la operación es totalmente otra”, agregó.

Les vendían a sobreprecios

Sobre las experiencias que recabó durante una junta con los franquiciatarios en el Centro de Distribución de Medicamentos ISSEG, las quejas iban desde que luego de un año no habían ganado dinero, no había surtido efectivo, tenían restricciones para tratar con otros proveedores y hasta sobreprecios en los genéricos que se veían obligados a comprarles.
“Me confirman todo, empecé a escuchar en una reunión a los demás franquiciatarios que están muy molestos, pero muy molestos y en cuanto se termina la reunión decido mejor no entrarle”, explicó.
Una de las amargas anécdotas que le compartieron, es que un producto que el ISSEG les vende a las franquicias en 5 pesos, un mayorista de productos farmacéuticos lo comercializa a 1.50 pesos, pero si lo encuentran los auditores internos del Instituto son acreedores a una sanción.
Vaqueiro ha padecido en carne propia la ineficacia de la burocracia y la falta de coordinación entre las mismas áreas del Instituto, pues para recuperar su dinero ha cruzado por muchos escritorios y ha tenido que esperar, mientras su crédito sigue en marcha con todo y sus intereses.
“Me tardé un mes para que me devolvieran los 188 mil pesos (de cuota de franquicia), aparte yo saqué un crédito para abrir el negocio y tengo que pagar intereses y todo porque me dicen: ‘mira, que sí, que jurídico, que mercadotecnia’. Cambian al director del ISSEG y entonces en lo que agarran el carril me tardan en regresar lo de un inventario que nunca se surtió”, lamentó.

Fracasa centro de distribución

El Centro de Distribución de Medicamentos ISSEG (CEDIS) se construyó con una inversión de 196 millones de pesos y fue equipado con tecnología de vanguardia, pero las franquicias reciben productos con una corta vida de anaquel.
Y lo peor, si lo compran y no lo venden es pérdida para el administrador de la franquicia.
“Producto que caduca a nosotros no nos lo cambian ellos, tenemos que arrastrar también con ese tipo de problemas”, señaló un franquiciatario.
El centro de distribución era presumido por el ex director del ISSEG, Miguel Salim, “como el mejor de América Latina”.
En su momento se presumió el CEDIS como el espacio ideal para el almacenamiento y distribución de medicamento, de clase mundial porque proviene de países como Austria, Alemania, Checoslovaquia y España.
Además, se dijo que gracias a la automatización de las operaciones se podía tener la capacidad de surtir hasta 5 mil productos por minuto.
“Este sistema permite que en un solo turno de trabajo se puedan surtir hasta 400 puntos de venta, específicamente las Farmacias ISSEG, que anualmente registran 15 millones de clientes y una venta de 32 millones de unidades... se logra entregar el pedido en la farmacia en un máximo de 24 horas”, señaló el ISSEG en 2011. Pero lo anterior no resultó real.
Un franquiciatario consultado dijo que no calculaban inventarios y recibían productos con caducidad menor a un año.
“Mucho producto venía con fechas así, en diciembre ya tenía producto caducado y sólo con tres o cuatro meses venía de margen de que era consumible (...) Todo lo que se adquiera y no sea consumido es bajo nuestra responsabilidad”.

Más de un año sin ganancias

Las 55 franquicias que el ISSEG tiene en todo el estado, fueron ofrecidas a inversionistas en una exposición realizada hace un año y medio  en el Poliforum.
Uno de los franquiciatarios, quien pidió omitir su nombre, aseguró que apostó gran parte de sus ahorros para tener su propio negocio. Un año después, está arrepentido.
“Se pintó para una rápida entrega, rápida apertura (...) Comenzamos en agosto (de 2011), quedó pendiente la inauguración, y fue hasta finales de septiembre cuando nos surtieron un primer pedido, todo el procedimiento aún no estaba definido de cómo iba a operar”.
Al paso de los días, el negocio se fue a pique, con ventas casi nulas.
“Sufragando sueldos de empleados de mostrador, renta, agua, luz, teléfono, la mayoría estamos atravesando pérdidas por todos lados (...) Este es el peor negocio que he hecho en mi trayectoria y ya no puedo estar perdiendo dinero e invirtiendo mi tiempo en un negocio que no funciona y nunca va a funcionar porque ni en los seis años que tenemos para el uso de la franquicia vamos a sacar lo de la inversión”.
Además, este franquiciatario lamentó que entre las mismas farmacias ISSEG se hagan competencia, puesto que los estudios de mercado que hacen sólo lo son en apariencia y no sirven de nada, pues ubican en la misma zona a más de una tienda.
“Si vemos las distancias no está correcto, porque el mismo producto que yo manejo de genérico lo tienen en tres cuadras y la peor desventaja que tenemos es que las farmacias ISSEG son tradicionales y manejan productos controlados y patentes y hasta regalan las consultas que nosotros cobramos en 25 pesos”.

EL TAMAÑO DEL FRACASO

55 Franquicias tiene el ISSEG hay en todo el estado
León 22
San Francisco 4
Irapuato 4
Salamanca 3
Silao 3
Valle de Santiago 3
Guanajuato 2
Celaya 2
Purísima 1
Yuríria 1
Apaseo el Alto 1
Salvatierra 1
Dolores Hidalgo 1
Comonfort 1
Juventino Rosas 1
Jaral del Progreso 1
Acámbaro 1
Villagrán 1
La Piedad 1

LAS PÉRDIDAS 

ACUMULADAS
$190 mil Cuota de franquicia que solicitaba el ISSEG
$140 mil inversión para la compra de mobiliario y equipo
$20 mil Gastos de operación por cada farmacia
$19 Millones, inversión que hicieron los 55 franquiciatarios

Vende dulces para sobrevivir

Desesperado por las bajas ventas, un franquiciatario del ISSEG decidió vender dulces en su local.
Lo anterior, pese a que la red de franquicias genéricas del ISSEG prohíbe la venta de golosinas.
“Se tiene que vender de todo”, acotó el comerciante que ha decidido rebelarse a las reglas impuestas por el Instituto.
“Si ellos mismos no nos respetan, no respetan sus propias reglas, ni nuestro dinero, nuestra inversión, nuestro esfuerzo, nuestro trabajo, ¿por qué yo sí los tengo que respetar?; tengo que vivir y mantener a mi familia a como dé lugar”.
Está consciente que vender botanas y pastelillos de cadenas comerciales; no es el giro del negocio, sin embargo, prefiere obtener algo de dinero para pagar la renta.

‘No surten lo que pedimos’

Empleados de farmacias en Silao, Irapuato y San Francisco del Rincón confirmaron a AM, en diferentes entrevistas, el fracaso de este sistema de franquicias.
“Nosotros tenemos más de dos meses que no les hacemos un pedido al ISSEG porque no tiene caso, cuando lo traen, llega incompleto, no nos surten todo lo que pedimos y la gente aquí no va a estar esperando, si uno le queda mal al cliente ya no regresa”, dijo una de las empleadas de mostrador.
Uno más confirmó que la falta de coordinación entre los mismos representantes del Instituto, ha provocado que haya inconsistencias desde el surtimiento hasta las sanciones que se les imponen por buscar otro proveedor y no dejar de ofrecer el producto al cliente.
Lo que temen es que un negocio así termine por cerrar y truncar así su posibilidad de mantener una fuente de trabajo.
“La verdad que la doctora (la inversionista) sí me ha dicho que a veces está con un pie para cerrar, porque no le sale, y pues yo creo que si siguen así las cosas lo va a hacer, me dice que piensa poner una farmacia sin marca, nomás así, pero pues en lo que se decide ahí está uno con el pendiente”, compartió otro empleado.