Peña Nieto: “Almas muertas”…votos “vivos”..columna de opinion
La evocación es obligada. Nicolás Gógol y su obra emblemática:
“Las almas muertas”. En esta obra señera relata el caso de Chichikov, atractivo, simpático sujeto que recorre la
La evocación es obligada. Nicolás Gógol y su obra emblemática:
“Las almas muertas”. En esta obra señera relata el caso de Chichikov, atractivo, simpático sujeto que recorre la
s zonas rurales de Rusia y propone a sus interlocutores latifundistas un negocio insólito: comprar las “almas” de sus siervos muertos. Nadie en su sano juicio se negaría a vender lo inexistente. Algunos amos, si mal no recuerdo, en la novela regalaron las “almas”. ¿Qué intenciones tenía el estrafalario “comprador”? Pues ni más ni menos que aparecer como dueño de miles de siervos, de mujiks y enriquecerse. Fraguó un pingüe fraude.
Sanjuana Martínez la espléndida periodista colaboradora de La Jornada, por cierto objeto de amenazas de tartufos de la política, relata el caso suscitado en un poblado de Nuevo León, en las elecciones más manoseadas de la historia nacional, las recientísimas. Cristina Sada Salinas, candidata a senadora por el Movimiento Progresista conoció las entrañas del monstruo priísta. Seguidores suyos a los que ofrecían hasta 1,500 pesos por credencial de elector, ¡incluyendo la de los parientes muertos! Su experiencia y conclusión es definitiva: debemos luchar por invalidar una elección cuajada de irregularidades, de coacción a los votantes y del ejercicio del poderío de los caciques regionales y locales. La reseña es impecable y refleja el nivel paleolítico de un país que como enano, presume de gigantismo. México es país de caciques de horca y cuchillo. País en que medra el PRIPANISMO.
Ese relato debe integrarse a la historia trágica nacional. Es la realidad escueta de la vergüenza nacional. La desnuda realidad que pretendemos ignorar. Mientras existan esos casos de violencia, de rapacidad electoral, México estará muy, muy lejano de la democracia. Responde a nuestras reflexiones en un texto mayor “México, la democracia ¿imposible?”
Pero, volvamos al caso de las “almas muertas”. El PRI “las compró” a los familiares vivientes. Usó esas credenciales de fallecidos para elevar su “votación” a favor de Peña Nieto. Eso lo comprueba el texto de Sanjuana Martínez. Queda una duda. ¿No serán demasiados “votantes virtuales” los de Peña Nieto, como para que tenga su propio “panteón”…político? ¿Los “jueces” del mentado Tribunal Federal Electoral, serán los “embalsamadores” del fraude más grande cometido en la historia de México?
En la novela de Gógol, Chichikov; en la tragedia mexicana Peña Nieto, el PRIPAN, Felipe Calderón, Pedro Joaquín Coldwell, el dueño de Quintana Roo y la “morralla” política nacional. Solo que hay un juez inflexible: el pueblo. Tarde que temprano medirá con la vara con que ha sido violentada su esperanza. Al menos en Oaxaca, ya existe ese sastre, el pueblo, que tres ocasiones “ha medido” un cadáver: el del PRI. Con todo y sus “almas muertas”.
Sanjuana Martínez la espléndida periodista colaboradora de La Jornada, por cierto objeto de amenazas de tartufos de la política, relata el caso suscitado en un poblado de Nuevo León, en las elecciones más manoseadas de la historia nacional, las recientísimas. Cristina Sada Salinas, candidata a senadora por el Movimiento Progresista conoció las entrañas del monstruo priísta. Seguidores suyos a los que ofrecían hasta 1,500 pesos por credencial de elector, ¡incluyendo la de los parientes muertos! Su experiencia y conclusión es definitiva: debemos luchar por invalidar una elección cuajada de irregularidades, de coacción a los votantes y del ejercicio del poderío de los caciques regionales y locales. La reseña es impecable y refleja el nivel paleolítico de un país que como enano, presume de gigantismo. México es país de caciques de horca y cuchillo. País en que medra el PRIPANISMO.
Ese relato debe integrarse a la historia trágica nacional. Es la realidad escueta de la vergüenza nacional. La desnuda realidad que pretendemos ignorar. Mientras existan esos casos de violencia, de rapacidad electoral, México estará muy, muy lejano de la democracia. Responde a nuestras reflexiones en un texto mayor “México, la democracia ¿imposible?”
Pero, volvamos al caso de las “almas muertas”. El PRI “las compró” a los familiares vivientes. Usó esas credenciales de fallecidos para elevar su “votación” a favor de Peña Nieto. Eso lo comprueba el texto de Sanjuana Martínez. Queda una duda. ¿No serán demasiados “votantes virtuales” los de Peña Nieto, como para que tenga su propio “panteón”…político? ¿Los “jueces” del mentado Tribunal Federal Electoral, serán los “embalsamadores” del fraude más grande cometido en la historia de México?
En la novela de Gógol, Chichikov; en la tragedia mexicana Peña Nieto, el PRIPAN, Felipe Calderón, Pedro Joaquín Coldwell, el dueño de Quintana Roo y la “morralla” política nacional. Solo que hay un juez inflexible: el pueblo. Tarde que temprano medirá con la vara con que ha sido violentada su esperanza. Al menos en Oaxaca, ya existe ese sastre, el pueblo, que tres ocasiones “ha medido” un cadáver: el del PRI. Con todo y sus “almas muertas”.