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Celebra Monte Albán 25 aniversario de ser Patrimonio Mundial


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Junto con Palenque y Teotihuacan, la Zona Arqueológica de Monte Albán, en Oaxaca, fue inscrita hace 25 años en la Lista de Patrimonio Mundial, por sus valores universales excepcionales; por lo que hoy festeja con actividades conmemorativas, como un encuentro sobre planes de manejo de sitios mexicanos reconocidos por el organismo internacional y tres exposiciones.
Monte Albán fue inscrita en la Lista de Patrimonio Mundial el 11 de diciembre de 1987, y su modelo operativo ha sido referente para Teotihuacan, Chichén Itzá, Uxmal y Xochicalco y hoy es un modelo a seguir para el resto de sitios prehispánicos mexicanos que forman parte del listado de la UNESCO, no solo por la conservación y estudio de sus edificios, sino por el involucramiento de distintos actores en la preservación de su patrimonio.
Las actividades conmemorativas por el primer cuarto de siglo de Monte Albán en dicho listado internacional, dieron comienzo este lunes con un encuentro de directores de sitios prehispánicos que tienen la categoría de Patrimonio Mundial otorgada por la UNSECO, quienes discutirán sobre los alcances de manejo en este tipo de zonas arqueológicas.
El evento, inaugurado por Nelly Robles, coordinadora nacional de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y Eloy Pérez Sibaja, delegado de la institución en Oaxaca, continuará el martes con la apertura de tres exposiciones y un recorrido por el conjunto monumental de Atzompa, recientemente abierto a la visita pública, así como un acto conmemorativo en la urbe zapoteca.
Robles García, quien impulsó hace 14 años un primer plan maestro para Monte Albán, hizo hincapié en que es el momento de aterrizar modelos de gestión adecuados a la realidad de cada uno de los sitios mexicanos Patrimonio Mundial.
Precisó que en los últimos años el INAH ha tratado de normar criterios para el buen funcionamiento de los planes de manejo de las zonas arqueológicas de Paquimé, Uxmal, Teotihuacan, Palenque, Chichén Itzá, Xochicalco y el propio Monte Albán.
En tanto, el arqueólogo Miguel Ángel Cruz, director de Monte Albán, destacó que uno de los factores importantes para la operación de esta zona arqueológica ha sido el trabajo conjunto del INAH con los tres órdenes de gobierno, las autoridades agrarias y las comunidades de los municipios de Santa María Atzompa, San Pedro Ixtlahuaca, Santa Cruz Xoxocotlán y Oaxaca de Juárez.
Una de las prioridades, refirió, ha sido la protección del área donde se asienta el sitio (más de 2 mil hectáreas), cercándola con una malla ciclónica que actualmente cubre más de 90 por ciento, en total 35 kilómetros. Hoy en día se protege con esta medida la parte poniente de la zona arqueológica, hacia Santa María Atzompa, y se dialoga con miembros de Santa Cruz Xoxocotlán para asegurar los 5 kilómetros que restarían del perímetro.
Desde 1932, año en que el arqueólogo Alfonso Caso descubrió la Tumba 7, uno de los hallazgos más importantes de la antigua Mesoamérica, Monte Albán ha sido investigado sistemáticamente, siendo la exploración y puesta el valor de Atzompa —labores emprendidas en 2007 por la doctora Nelly Robles—, una de las iniciativas que en últimas fechas pone en relieve la extensión de la antigua ciudad zapoteca.
Como parte de un programa especial dentro del Plan de Manejo de esta zona arqueológica, este año se realizaron 16 salvamentos y rescates arqueológicos en distintas áreas del sitio, con el apoyo de estudiantes de Arqueología de la Escuela Nacional de Antropología e Historias, y de las universidades autónomas de San Luis Potosí y de Zacatecas, así como la Veracruzana.
Esto, anotó el arqueólogo Miguel Angel Cruz, “ha permitido resguardar tanto espacios habitacionales, como ceremoniales. Una de las áreas donde estamos prácticamente todo el año es en El Paragüito, en Santa Cruz Xoxocotlán, como medida de salvaguardia ante el crecimiento urbano; en este lugar existe una plaza definida por tres montículos, edificios de cinco a siete metros, de tipo ceremonial-administrativo”.
El Plan de Manejo de Monte Albán, documento rector en el que se vierten todas las acciones, estrategias y procesos de la zona arqueológica, ha sido un referente para otros modelos operativos implementados en sitios también Patrimonio Mundial, como Teotihuacan, Chichén Itzá, Uxmal o Xochicalco.