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Frenan eolitica en San Dionisio del mar, las obras están suspendidas.


Oaxaca, México.- Los maestros de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación (SNTE) no sólo causan conflictos por motivos salariales y escolares, también participan en
otros frentes opositores.
En San Dionisio del Mar, en la región del Istmo de Oaxaca, el profesor Rodrigo Flores Peñalosa logró
una suspensión judicial para frenar la construcción de un parque eólico en el que se anunció una
inversión de 980 millones de pesos.
Aún cuando el proyecto tiene el respaldo de las autoridades constitucional y comunal, la oposición del
profesor Flores y de Carlos Beas, líder de la organización Unión de Comunidades Indígenas de la ZonanNorte del Istmo (UCIZONI), ha logrado frenar el proyecto.
El Juez Séptimo de Distrito con sede en Salina Cruz, Isaías Corona Coronado, concedió la suspensión
para no privar "total o parcial, temporal o definitivamente" al núcleo de población quejoso de los bienesmagrarios ubicados en el Barra Santa Teresa.
En entrevista, Edith Ávila, responsable de relaciones gubernamentales de "Mareña Renovable", la
empresa que busca construir el parque eólico, acusó chantajes y presiones del profesor de la sección
22.
"Cuando nos reunimos con Rodrigo Flores Peñalosa, su respuesta intransigente fue: 'No. Con ustedes
no. Y a ver, tú, Gobierno --porque ahí estaba el delegado Rodrigo Velasco--, la próxima vez no traes a
la empresa, nada más quiero hablar contigo'. Así no es posible dialogar", relató Ávila.
Acusó que en esas presiones participa también el líder de la UCIZONI, que no ha aceptado reunirse
para dialogar.
"Son muy identificados los chantajes que estamos recibiendo y de dónde vienen", dijo.
"La UCIZONI nunca se ha reunido con nosotros, se le ha buscado al Señor Carlos Beas durante las
últimas 6-8 semanas, y no ha tenido el tiempo de reunirse con nosotros", agregó Ávila.
Alejandro López López, representante de la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa

de la Tierra y el Territorio, explicó que la oposición al proyecto se debe a que la empresa se negó a
integrar a los pobladores de San Dionisio del Mar como socios, y, en consecuencia, a repartirles las
utilidades.
Ahora rechazó cualquier punto de negociación.
"Es un asunto agotado, eso (negociar) está fuera de alcance, sólo queremos la expulsión de la
empresa", dijo.
El activista aseguró que los trabajos de instalación de los aerogeneradores y su funcionamiento,
ahuyentarán a los peces que la gente obtiene en esa zona para vivir.
"Nosotros somos pescadores, y sabemos más que los que han ido a una universidad", agregó tras
reconocer que no cuenta con ningún estudio que sustente su dicho.
Para la representante de la empresa holandesa, la incertidumbre alrededor del proyecto genera
desconfianza.
"Este tipo de ataques genera desconfianza, no de nosotros, genera desconfianza alrededor.
"Nos ponen en alerta, no sólo a Mareña sino a otras empresas. Hay Cámaras que se preguntan qué
podría pasar si sus empresas intentan invertir en otro proyecto, aún cuando, en nuestro caso, todo
empezó con un voto de confianza del Gobierno holandés, del Gobierno mexicano, con la confianza de
las comunidades", expuso Ávila.