La biblia dice que Dios le dijo a Noé que hiciera un arca para salvar a algunas
parejas de animales, esto ya que vendría un diluvio de 40 días y 40 noches. Noé la
construyó y su familia y los animales se salvaron.
Ahora en 2012, no fue precisamente Dios quien le habló al holandés Johan
Huibers, sino que sus propias ganas de intentar reconstruir lo que dice el libro del
Génesis. Para esto,Johan interpretó la descripción del libro, por lo tanto el arca
mide 130 metros de largo, 29 metros de ancho y 23 metros de altura.
Huibers afirmó que esta construcción fue un deseo que tenía desde hace más de
20 años. Ahora esta arca se ha transformado en un museo flotante al que llegan
más de tres mil visitantes semanalmente.
El gigantesco barco tiene en su interior un bosque de árboles de pino, animales de
peluche y plástico como búfalos, cebras, gorilas, leones, tigres, osos, etcétera. En
otra parte del arca hay un zoológico con animales reales que son menos
peligrosos o más fáciles de cuidar, como ponis, perros, ovejas y conejos, y una
impresionante colección de aves exóticas.